jueves, 25 de agosto de 2011

Pitiriasis alba

La pitiriasis alba es una condición muy frecuente de la piel que afecta principalmente a edades tempranas y que se manifiesta en sequedad, escamas y palídez en la piel con forma de parches a nivel de la cara y menos frecuente en otras partes del cuerpo.

El nombre de la misma procede de las finas escamas que aparecen al inicio (pitiriasis) y la palidez en forma de parche que se desarrolla (alba).

Las causas de la pitiriasis alba hasta ahora son desconocidas. Además de factores
infecciosos, se han asociado se han asociado a las causas motivos tales como la exposición solar, la humedad relativa del aire, la altitud, el viento, el uso de jabones abrasivos, duchas excesivamente largas y la temperatura caliente del agua durante el baño.

Respecto a la exposición solar se ha observado que el uso de protector solar frecuente FPS > 15 reduce el desarrollo de pitiriasis alba.

La condición dermatológica que se asocia principalmente con la pitiriasis alba es la dermatitis atópica y la presencia de deficiencias nutricionales. Las deficiencias nutricionales involucradas son de vitaminas y bajos niveles de cobre.

En vista de no identificarse una causa o patrón histológico específico la pitiriasis alba sigue siendo un enigma hasta en su tratamiento

La pitiriasis alba cursa en un primer momento en placas rosadas con un borde elevado que después de varias semanas se desvanece dejando una mancha pálida cubierta por una descamación blanquecina polvorienta.

Posteriormente progresa a máculas hipopigmentadas de bordes difusos, de tamaño variable entre 0.5 a 5 cm de diámetro. Por lo general no presenta síntomas en cualquier caso sólo un ligero prurito. La mayoría de las lesiones se localizan en la cara, principalmente en la frente y la zona malar, pero también pueden encontrarse en las extremidades superiores y ocasionalmente en las inferiores.

Las manchas pueden persistir entre 6 meses y 7 años, pero este curso puede prolongarse en los pacientes atópicos. Por otro lado, las lesiones pueden ser más visibles en el verano, cuando la piel circundante está bronceada.

No existe una terapia totalmente exitosa. Por lo generar se recomiendan emolientes y cremas hidratantes así como limitar la exposición solar, el uso regular de protector solar FPS > 15 y reducir la frecuencia y la temperatura de los baños.

(Fuente Wikipedia, María Elvira Marcano B, Francisco González Otero).

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