viernes, 19 de agosto de 2011

Impacto de la dermatitis atópica sobre la familia y el niño

La dermatitis atópica conlleva una serie de repercusiones sobre la vida del niño y de su familia que en algunas ocasiones pueden llegar a ser de gran magnitud limitando la calidad de vida no sólo del paciente, sino también de las personas que le rodean.

La DA influye en la calidad de vida del niño, así como en su relación con los demás e incluso en su carácter.

Los niños que tienen dermatitis atópica presentan mayores niveles de actividad e inquitud viéndose alterada su capacidad de concentración y el ritmo de sueño. También son más propensos a las infecciones víricas y bacterianas y enfermedades como asma o rinoconjuntivitis.

Estas características repercuten de manera negativa sobre la familia de diversas formas:

-         Vigilancia del tratamiento de la enfermedad. El niño debe seguir las pautas estrictas dadas por el pediatra o dermatólogo. Esto obliga a un esfuerzo extra en la vigilancia del niño.

-         Educación sanitaria. Los padres deben seguir también una serie de medidas terapéuticas especiales que incluyen especial cuidado con el baño, los jabones, la ropa o la temperatura.

-         Algunos niños requieren una atención constante por parte de los padres, llegando en algunos casos a provocar el rascamiento intencionado con este fin lo que empeora el cuadro de la enfermedad.

-         La dermatitis atópica también lleva consigo una serie de repercusiones económicas ya que los tratamientos y productos de hidratación son costosos y no están financiados por el estado. En los casos más reticentes estos pueden ser desmesurados. A estos costes hay que añadir otros de cálculo más difícil pero no por ello menos importantes como pueden ser las bajas laborales de los padres obligados a desatender sus labores profesionales para llevar al niño al especialista o acompañarlo durante las crisis agudas de la enfermedad.

Este cúmulo de circunstancias genera en los familiares de un niño con dermatitis atópica situaciones de conflicto que en muchos casos abocan en ansiedad, falta de sueño, irritación constantes, llegando en los casos más graves a provocar fuertes depresiones.

En definitiva se crea un stress social y emocional que los padres deben afrontar.
Algunos padres manejan la dermatitis de sus hijos de una forma natural, minimizando su interferencia en la vida normal del niño más allá de su molestias.

Es importante que las familias cuenten con apoyo adicional para poder superar este stress y la frustración que conlleva esta enfermedad sobre todo si esta es persistente, crónica o con fases muy agresivas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario