Los niños con dermatitis atópica a menudo se encuentran con una serie de handicaps dentro del entorno escolar. Los padres tienen la obligación de tomar una serie de precauciones que deben ser comunicadas al formador pero a su vez deben afrontar el eczema del niño con la mayor naturalidad posible. A continuación exponemos algunos consejos de utilidad para afrontar esta situación.
Especialmente importante es que los padres ayuden al niño a manejar las situaciones de conflicto surgidas con otros niños a causa del aspecto que pueda presentar la enfermedad en la piel. También aquí el profesor tiene un papel crucial para hacer comprender a sus compañeros la enfermedad del niño y su inocuidad para ellos.
Se debe evitar que el niño ocupe lugares con cambios bruscos de temperatura, por ejemplo cerca del radiador o en una fuerte corriente de aire.
Si el colegio impone uniforme se han de buscar soluciones para que este sea totalmente de algodón, por lo menos en la parte en contacto con el niño.
Se debe informar al profesor de gimnasia acerca de los problemas de una sudoración excesiva en el niño para que este ajuste el nivel de trabajo especialmente en las crisis más severas.
Cuidado si el niño usa la piscina del colegio, se debe aplicar un emoliente después del baño y después de la ducha.
Los padres deben ofrecer al niño información clara acerca de ciertos materiales que pueden provocar una reacción adversa en el niño (pinturas, pegamentos...) con el fin de que busque alternativas.
Se debe informar en el comedor de la escuela acerca de si existe algún alimento que provoque o empeore la dermatitis para así eliminarlo de su menú diario.
Los profesores deben ser informados para detener cualquier conducta de rascado compulsivo calmando al niño para evitar que la enfermedad se agrave.
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