La piel de una persona con dermatitis atópica no es una barrera óptima contra los ataques de los agentes externos debido a su sequedad e irritabilidad.
Uno de los factores que incide en esta irritabilidad y por ende en el empeoramiento de la enfermedad es el calor y la sudoración. Si bien son distintas las opiniones científicas de la causalidad de esta relación si se puede afirmar como cierto que la sudoración es un factor que puede desencadenar picor en la piel en las personas con dermatitis atópica.
Por ello se desaconsejan las actividades que provocan un excesivo calor y sudoración, entre ellos el ejercicio físico muy intenso.
Ahora bien no podemos descartar el beneficio que el ejercicio físico tiene sobre estas personas a nivel psicológico y social por lo que puede resultar muy positiva su práctica. Algunos autores piensan que la práctica de ejercicio regular ayuda en el tratamiento de la enfermedad y esta mejora tras varias semanas de su práctica.
A pesar de estos beneficios el ejercicio físico se desaconseja cuando la enfermedad curse fases agudas del brote y la piel esté inflamada, por la posibilidad de desencadenar una crisis de picor y un empeoramiento del proceso.
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