martes, 15 de noviembre de 2011

Una reflexión. ¿Puede la exposición temprana a las bacterias reducir el riesgo de alergia?

Los niños que están expuestos a una amplia gama de bacterias tienen menos riesgo de desarrollar alergias en el futuro. Esta es la conclusión de un estudio realizado por investigadores daneses.Irónicamente, algo que desde siempre ha sido considerado una amenaza para la salud pública - las bacterias -, podrían ser en realidad una "parte fundamental para una vida saludable."



Hoy en día, el 25 por ciento de la población de Dinamarca sufre de alergias, enfermedades o hipersensibilidad. El investigador Hans Bisgaard, profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Copenhague, con la ayuda de otros investigadores estudiaron 411 niños de madres con asma.

Los niños fueron controlados de forma continua desde el nacimiento.
De las observaciones obtenidas tras este control, los investigadores encontraron la existencia de una relación entre bacterias intestinales y el riesgo del niño a desarrollar alergias en el futuro.

La reducción de la diversidad de la microbiota intestinal en la infancia se asoció con un mayor riesgo de enfermedad alérgica en la edad escolar. Pero si hay una considerable diversidad, el riesgo se reduce. Cuanto mayor sea la variación, menor será el riesgo.

Los investigadores consideraron la exposición del niño a las bacterias en el útero, la exposición durante el proceso del parto y durante los primeros seis meses de vida, en palabras de Bisgaard:

"Así se hace una diferenciación si el bebé ha nacido por vía vaginal, encontrando las primeras bacterias del recto de su madre, o por cesárea, lo que expone al bebé recién nacido a un reducido número de bacterias y su variabilidad. Esto puede explicar por qué los niños que nacen por cesárea desarrollan más alergias".

Durante los primeros años de vida, el sistema inmunológico aún está en desarrollo y en "aprendizaje". En este momento, se abre una breve "ventana" al sistema inmunológico de un bebé. Los niños que han tenido esa “ventana” cerrada durante esta etapa son más propensos a la sensibilización alérgica en los primeros 6 años de vida. Es decir, los investigadores sugieren que la "protección" de un niño de la exposición a una amplia gama de bacterias es potencialmente más dañino, ya que esto aumenta el riesgo de un niño de tener alergias.

El estudio danés sin duda ofrece elementos de reflexión en este época en la que tanto esfuerzo se toma para evitar que los niños entren en contacto con las cosas temibles, los gérmenes, ya sea en los asientos de carro de la compra o cualquier tipo de espacio público, adquiriendo
productos antibacterianos para mantener a nuestro hijo "seguro".

¿Podría ser que, en nuestro esfuerzo por mantener a nuestros pequeños sanos, podemos estar perdiendo la oportunidad de ayudar a construir las defensas inmunitarias valiosas para futuras alergias?


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